El Guru o Maestro Espiritual
Al oír la palabra «guru», tenemos la tendencia a pensar en una imagen caricaturesca: un anciano de aspecto extraño, con una barba larga e hilachosa y un hábito vaporoso, que medita en verdades esotéricas distantes; o pensamos en un estafador cósmico que trata de aprovecharse de la credulidad espiritual de jóvenes buscadores. Pero, ¿qué es verdaderamente un guru? ¿Qué sabe él que nosotros no sepamos? ¿Cómo nos ilumina? Srila Prabhupada nos da algunas reveladoras respuestas en una conversación que tuvo lugar en Inglaterra en 1973.
La misión del guru consiste en llevar a sus discípulos de la oscuridad a la luz. Actualmente todo el mundo está sufriendo debido a la ignorancia, de la misma manera en que una persona se contagia de alguna enfermedad debido a la ignorancia. Si alguien no conoce los principios de higiene, no sabrá qué cosas pueden contaminarlo. Por lo tanto, debido a la ignorancia ocurre la infección, y por ello padecemos de una enfermedad. Un criminal puede que diga: «Yo no conocía las leyes», pero no se le excusará si comete un crimen. La ignorancia no es excusa. En forma similar, un niño, al no saber que el fuego quema, tocará el fuego. El fuego no piensa: «Es un niño y no sabe que quemo». No; no hay excusa. Así como hay leyes estatales, también hay estrictas leyes de la naturaleza, y esas leyes habrán de actuar a pesar de que nosotros las ignoremos. Si hacemos algo mal hecho debido a la ignorancia, hemos de sufrir. Así es la ley. Si violamos la ley, bien sea una ley estatal o una ley de la naturaleza, nos arriesgamos a sufrir.
Pudiéramos entonces preguntar por qué sufre la entidad viviente. La respuesta es: por ignorancia. Ella no piensa: «Estoy actuando mal y llevando una vida pecaminosa; por eso estoy sufriendo». En consecuencia, la primera tarea del guru consiste en rescatar a su discípulo de esa ignorancia. Nosotros enviamos a nuestros hijos al colegio para salvarlos del sufrimiento. Si nuestros hijos no reciben educación, tememos que hayan de sufrir en el futuro. El guru ve que el sufrimiento se debe a la ignorancia, la cual se asemeja a la oscuridad. ¿Cómo puede salvarse alguien que está a oscuras? Mediante la luz. El guru toma la antorcha del conocimiento, y la presenta ante la entidad viviente que está envuelta en la oscuridad. Ese conocimiento la libra de los sufrimientos ocasionados por la oscuridad de la ignorancia.
En la Bhagavad-gita (4.34), el propio Sri Krishna nos dice cuál es el método para buscar y acercarse al guru:
tad viddhi pranipatena
pariprasnena sevaya
upadeksyanti te jñanam
jñaninas tattva-darsinah
«Trata de aprender la verdad acudiendo a un maestro espiritual. Hazle preguntas con sumisión y ofrécele servicio. Las almas autorrealizadas pueden impartirte conocimiento, porque han visto la verdad».
El primer proceso es la entrega. Tenemos que encontrar a una persona excelsa y entregarnos voluntariamente a ella. Los sastras ordenan que antes de que aceptemos a un guru, debemos estudiarlo cuidadosamente para averiguar si podemos entregarnos a él. No debemos aceptar a un guru repentinamente, por fanatismo. Eso es muy peligroso. El guru también debe estudiar a la persona que quiere ser su discípula, para ver si es apta. Ésa es la forma en que se establece una relación entre el guru y el discípulo. Todo está previsto, pero debemos emprender el proceso con seriedad. Entonces podremos ser entrenados para convertirnos en discípulos genuinos. Primero tenemos que encontrar a un guru genuino, establecer nuestra relación con él, y actuar como corresponde. Así nuestra vida logrará el éxito, pues el guru puede iluminar al discípulo sincero que se encuentra a oscuras.
No surge ninguna posibilidad de discriminar entre mi guru y el suyo, o el de cualquier otra persona. Sólo hay un guru, que aparece en una infinidad de formas para enseñarle a usted, a mí, y a todos los demás.
Él no tiene nada que ver con los asuntos de este mundo terrenal. Él no desciende aquí a entrometerse en los asuntos relacionados con las necesidades temporales, sino a liberar a las caídas almas condicionadas —las almas , o entidades, que han venido aquí, al mundo material, con el motivo de disfrutar mediante la mente y los cinco órganos de percepción sensual.
(Extractos de La Ciencia de la Autorrealización, de Srila Prabhupada. BBT)